La Consejería de Sostenibilidad y Transición Ecológica, a través de la Dirección General de Calidad Ambiental y Recursos Hídricos, se encarga de la planificación de la inspección, el control y la vigilancia ambiental, así como de la coordinación con otras administraciones públicas y organismos inspectores.

En 2020, de acuerdo con la normativa relativa a la Prevención y al Control Integrado de la Contaminación (IPPC) que se aplica a las instalaciones con más riesgo de ser contaminantes, el Gobierno de La Rioja ha realizado 51 inspecciones con respecto a las 13 del 2019, lo que ha supuesto un aumento del 292 por ciento a pesar de la situación sanitaria a consecuencia de la covid-19. El director general de Calidad Ambiental y Recursos Hídricos, Rubén Esteban, ha destacado que “la reciente creación de la Sección de Inspección Ambiental ha permitido incrementar la vigilancia y el control ambiental y, por tanto, garantizar el cumplimiento de la legislación ambiental. Nuestro objetivo es fomentar el principio de prevención para evitar la contaminación desde el origen antes de que sea necesario minimizar sus efectos, siempre, con el fin último de eliminar o reducir la carga contaminante que acaba en acuíferos y afecta a nuestros ríos”.

Este notable incremento responde al control ambiental que, desde la Dirección General, se ha desarrollado en granjas porcinas y avícolas con el objetivo de que dichas actividades adapten sus técnicas para reducir y controlar la contaminación en su conjunto, mediante sistemas de prevención y control que eviten su transmisión de un medio a otro. “El Gobierno de La Rioja trabaja de la mano con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para reforzar las inspecciones de estas actividades que se consideran potencialmente contaminantes. En este sentido, la coordinación constante con la Dirección General de Agricultura y Ganadería hace posible que las instalaciones agropecuarias puedan recibir asesoramiento y apoyo para establecer las mejores técnicas disponibles para cumplir con la normativa medioambiental vigente”, ha explicado Esteban.

Las inspecciones se realizan en aquellas instalaciones sujetas a la directiva europea IPPC que derivan en la expedición de una Autorización Ambiental Integrada (AAI). El proyecto ambiental que conlleva dicha autorización debe contener la descripción de las instalaciones de la empresa, sus actividades, procesos y tipo de producto; las materias primas y sustancias utilizadas; las emisiones al medio ambiente generadas por su actividad y sus efectos en el entorno; las medidas de prevención y gestión de residuos, y los sistemas de control de emisiones y vertidos.

Actualmente, en La Rioja hay 64 instalaciones que tienen Autorización Ambiental Integrada lo que implica que deben adoptar medidas sostenibles para reducir el impacto derivado de su actividad en el medio ambiente. En todos los casos, la actividad inspectora se completa con actuaciones de control documental y actuaciones de seguimiento que incluyen la toma de muestras.