El sábado 11 de febrero de 1520 Carlos V entraba en Calahorra y todo estaba preparado para esta ceremonia feudal que iba a ser símbolo de fidelidad entre la ciudad y la Corona. Desde aquí y al día siguiente se convocaron Cortes para el 20 de marzo en Santiago de Compostela. En Calahorra comienza la andadura que conduciría a las Cortes de La Coruña y la posterior Guerra de las Comunidades.

En cualquier caso, el Ayuntamiento de entonces se tomó muy en serio la noticia de la estancia real poniendo su mayor interés para adecentar la ciudad, colocar estandartes o coordinarse con el Cabildo de la Catedral. El rey tomó juramento en Calahorra y recorrió El Arrabal entre vítores de los vecinos. Tras una oración y los juramentos de privilegios del Cabildo en la Catedral, se produjo una cena y posteriormente el rey descansó en la casa de Don Diego López de Mendoza, arcediano de la Ciudad.

El Ayuntamiento de Calahorra editó un folleto que explica esta y otras historias entorno a la estancia de Carlos V en nuestra ciudad hace ahora 500 años gracias a documentos hallados en el archivo municipal y el archivo diocesano que atestiguan los hechos acaecidos durante su estancia en la ciudad. En este folleto se explican los pormenores de su visita, pero también las consecuencias de las decisiones tomadas en Calahorra durante su estancia. El Ayuntamiento de Calahorra tiene prevista la realización de visitas teatralizadas a la ciudad a lo largo del otoño, que incluirán una escena relacionada con este centenario, que es un pasaje más de nuestra historia, esta vez relacionado con la edad moderna.