El Grupo Municipal de Izquierda Unida ha presentado una moción para su debate y aprobación en el próximo Pleno Ordinario para que se estudie la posibilidad de usar fuegos artificiales ‘silenciosos’ en las exhibiciones pirotécnicas a celebrar en la ciudad, disfrutando del espectáculo de luces sin que sufran las personas con enfermedades que las hacen hipersensibles al ruido ni tampoco los animales.

La propuesta de IU también contempla el estudio de crear en las cabalgatas de Calahorra un ‘espacio sin ruido’, donde, en un intervalo determinado (por ejemplo, de 200 metros) se deje de tocar o emitir música y gritar, para que los niños y personas con TEA puedan disfrutar a partir de ahora de una actividad de ocio que no podían disfrutar hasta el momento debido a su hipersensibilidad al ruido.

Izquierda Unida recuerda que «son numerosos los efectos negativos que provocan los espectáculos pirotécnicos convencionales, utilizados en distintos actos organizados por este Ayuntamiento, tanto en la salud de las personas autistas, con Trastornos del Espectro Autista (TEA) y bebés, como en la de los animales. Seres que sienten verdadero terror hacia la pirotecnia, pues tienen los sentidos exacerbados, especialmente el oído, por lo que perciben los ruidos de manera aumentada».

Asimismo se incide en que «se trata de personas hipersensibles a los sonidos y a las luces, a quienes los estruendos les generan un alto nivel de ansiedad y estrés, incluso pueden causarles crisis, episodios en los que se ponen muy tensos, lloran, gritan, se tapan los oídos desesperadamente y en algunos casos pueden llegar a autolesionarse o presentar convulsiones. Muchas familias con niños con autismo buscan estrategias para protegerlos de estos espectáculos pirotécnicos, preparando a estas personas con antelación durante días o buscando sitios alejados para pasar las fiestas y así evitar exponerlos a este riesgo, pero no siempre es posible».

 Desde Izquierda Unida se señala que «cada vez más ciudades españolas, europeas y del mundo entero han aprobado o están debatiendo utilizar los llamados fuegos artificiales «silenciosos», una alternativa de bajo ruido, que evita el uso de proyectiles explosivos de gran calibre y detonaciones contraladas, con el fin de disminuir de manera notable el nivel de estruendo, pero manteniendo la belleza y espectacularidad en las coreografías y el uso del color».

Con esta moción Izquierda Unida pretende garantizar la calidad y belleza del espectáculo visual de la pirotecnia, pero disminuyendo notablemente el nivel de ruido producido por los estruendos de los fuegos de artificio convencionales, mediante el empleo de los fuegos silenciosos.

Según señalan numerosos expertos y asociaciones, los ruidos que acompañan los grandes espectáculos pirotécnicos convencionales supera en la mayoría de casos el umbral máximo acústico a partir del cual se puede generar daños en el oído. Además de trastornos de audición, que afectan especialmente a los bebés al contar con sistema auditivo en fase de desarrollo, está demostrado que el ruido ocasionado por la pirotecnia produce efectos negativos entra la población afectada por el trastorno del espectro autista (TEA).

A su vez, las asociaciones vinculadas a la defensa y cuidado de los animales llevan tiempo denunciando los efectos nocivos que produce la pirotecnia en estos seres vivos, entre los que destacan extravíos debido al pánico, atropellamientos, lesiones corporales, lesiones auditivas, estrés, ataques al corazón, muertes por impacto, perdida de orientación, etc. Dichos efectos no afectan solo a los animales de compañía, sino también se extienden a la fauna silvestre, como las aves salvajes urbanas que sufren efectos de desorientación, abandono del nido e incluso la muerte debido al ruido producido por la pirotecnia convencional.

Según un informe técnico de la asociación nacional de veterinarios Avatma, sobre los efectos de la pirotecnia en animales, «el miedo es una respuesta emocional que aparece cuando el individuo se enfrenta a un estímulo o a una situación amenazante, constituyendo un mecanismo de adaptación o supervivencia ante situaciones que podrían llegar a resultar peligrosas. Se trata de una repuesta normal y adaptativa que conlleva cambios tanto fisiológicos como conductuales».