El Alcalde de Arnedo, Javier García y el director de la delegación Nordeste de Aqualia, Jordi Aguilera, han suscrito el contrato para la concesión del servicio de abastecimiento de agua y alcantarillado del municipio de Arnedo, que incluye además la construcción de un nuevo depósito para el agua de boca del municipio.

FCC Aqualia S.A. resultó ser la empresa adjudicataria del contrato de entre las seis empresas que concurrieron al mismo, estableciendo un precio de metro cúbico facturado de 0,8976 € más IVA, y un importe de ejecución de las obras del nuevo depósito de 791.079,77 euros más IVA, para un total de 957.206,52 euros.

Este contrato tendrá una duración de diez años. Se trata además de un contrato que sufrirá una importante variación a lo largo de su vida, ya que la entrada en funcionamiento del Sistema Supramunicipal Cidacos dejará sin servicio tanto los pozos de captación como la Estación de Tratamiento de Agua Potable.

El sistema supramunicipal Cidacos supondrá una importantísima mejora en la cantidad y calidad del agua de boca. Con una inversión prevista cercana a los 36 millones de euros y un plazo de ejecución de 20 meses, del que se beneficiarán 15 municipios cuya población conjunta supera los 70.000 habitantes, la actuación prevé cerca de 115 km de tuberías nuevas.

Otra de las novedades del contrato al que se ha hecho referencia es la construcción de un nuevo depósito de agua potable para la ciudad que tendrá una capacidad de 6000 metros cúbicos y se situará junto a la actual ETAP de agua divididos en dos vasos y que tendrá un volumen total de 64×21 metros, con una altura de 6,25 metros, aunque quedará semienterrado, posibilitando la integración del mismo en el entorno.

El actual depósito, además de presentar un deterioro notable, tanto en su estructura como en su cámara de llaves de control, se encuentra en plena zona arqueológica en el poblado celtíbero de San Miguel. La conexión con el Sistema supramunicipal Cidacos supondría tener que conectar las tuberías del Sistema con el depósito, con riesgo evidente para los restos arqueológicos de la zona. Además se trata de un depósito de vaso único, lo que dificulta las labores de limpieza y mantenimiento, así como el acceso a su interior.