La directora del Observatorio de Derechos Humanos, ODH, Sara Carreño, ha comparecido con las trabajadoras de la empresa que imparte talleres de educación sexo-afectiva en centros educativos riojanos para respaldar su trabajo “frente a las graves amenazas que han recibido de formaciones de ultraderecha que las han colocado en la diana” y para apoyar a la comunidad educativa “y a todas aquellas personas que se sientan coaccionadas”, insistiendo en que “es una vergüenza nacional que se esté intentando coaccionar a la comunidad educativa y que se esté atacando a la libertad e igualdad”.

 

Carreño ha criticado “las graves amenazas que están sufriendo estas profesionales del Serise” y ha dicho que es “sumamente grave” que “se señale y difame a unas profesionales que están trabajando en nuestras aulas para fomentar el respeto a la diversidad e impartir los valores de libertad e igualdad que son los que nos unen en esta sociedad”.

Según ha recalcado, “no son las trabajadoras quienes deciden los contenidos que se imparten en las aulas” y ha defendido que “estamos hablando de unos contenidos que van encaminados a fomentar la igualdad entre hombres y mujeres, a fomentar la igualdad entre distintas identidades sexuales, a prevenir la violencia de género que no pueden quedar a la elección de los padres y madres porque la educación pública no puede ser a la carta de cada persona”.

La responsable del Observatorio de Derechos Humanos ha afirmado que “nos consta que hay grandes presiones a la comunidad educativa, a directores de centros, a los equipos educativos, así como una denuncia interpuesta al centro educativo Vicente Ochoa”, todo ello dentro de una campaña de “odio” que se ha cebado con unos talleres “que obedecen a la primera medida del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, se vienen realizando desde hace años, están dentro de la programación escolar y nunca habían supuesto ningún problema”.

Para Carreño el veto parental supone “un ataque a la libertad, a la comunidad educativa y a la educación en los valores de los derechos humanos” y ha asegurado que “vamos a luchar contra esta ideología del odio que está extendiendo”, anunciando que el observatorio va a iniciar “una ronda de contactos con sindicatos, asociaciones de madres y padres y colectivos de la sociedad civil, para que denuncien cualquier tipo de coacción o amenaza que puedan recibir de estos grupos de extrema derecha que están vulnerando los derechos constitucionales a la educación y a la libertad”.