El paro creció en La Rioja el pasado mes de abril en 970 personas (el 5,4 por ciento) con respecto a marzo, y alcanza los 18.943 desempleados en total, una tasa del 12,12 por ciento de la población activa, según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) hechos públicos en la mañana de hoy.

La región, igual que el resto del país, se ve empujada por segundo mes consecutivo por los graves efectos del parón económico derivado del Estado de Alarma declarado por la epidemia del coronavirus. No obstante, La Rioja se coloca como la tercera comunidad autónoma con menor tasa de paro, por detrás de Madrid (11,51 por ciento) y Cataluña (12,11), y a 4,54 puntos de la media nacional, que es del 16,66 por ciento.  

En un mes de tradicional crecimiento del empleo por la Semana Santa y el inicio de las temporadas turísticas, La Rioja ha sufrido sin embargo los efectos del frenazo de su economía a causa del Estado de Alarma. Ese contraste frena definitivamente el crecimiento del empleo de los últimos meses y explica el repunte de 2.902 personas desempleadas con respecto a abril de 2019, para colocar a la región cerca de los parámetros de abril del año 2009 (el paro superó las 20.000 personas), cuando la crisis económica daba sus primeros pasos; y del año 2017, ya en plena recuperación. “Analizando lo ocurrido desde el Estado de Alarma, vemos que el mayor repunte se produjo en el mes de marzo, con más de 1.500 nuevos desempleados y pese a abarcar sólo la mitad del mes. Ahora, esa evolución se ha ralentizado, aunque siguen siendo datos muy negativos, tal y como esperábamos”, ha explicado la directora general de Formación Profesional y Empleo, Cristina Rodríguez.

El paro en La Rioja se reparte, a cierre de abril, entre 8.112 hombres (el 42,82 por ciento) y 10.831 mujeres (el 57,18).

Sectores

Por sectores, y de acuerdo con el análisis anterior, el sector Servicios, donde la mayor parte de las actividades han quedado en total suspenso, acapara la mayor parte del desempleo: 11.689 parados (el 61,71 por ciento del total) pertenecen a este sector, con una subida del 7,44 por ciento con respecto a marzo y especial afección en Hostelería y Comercio. El ascenso del paro con respecto a marzo se da también en el resto de los sectores: Industria (8,59 por ciento), Construcción (6,57) y Sin Empleo Anterior (1,12), con la excepción de Agricultura, donde el paro bajó en 205 personas (11,42 por ciento menos) como explicación de un ámbito esencial donde la actividad sí ha podido mantener una dinámica más normal.

En cuanto a las contrataciones, en abril se celebraron 6.046 contratos en La Rioja, 1.557 menos que en marzo y 4.828 menos que en abril de 2019. Igual que sucedió en marzo, la ausencia de contrataciones es una de las razones que explican el abrupto repunte del desempleo: el mejor ejemplo de esto es el sector de la Hostelería, con la actividad suspendida todo el mes y que registró únicamente 39 contrataciones, 2.646 menos que en abril de 2019, el 98,55 por ciento menos. En la otra cara de la moneda, Agricultura registró 1.087 contrataciones más que el año anterior, un crecimiento del 137 por ciento empujado en parte por acciones como la Bolsa de Empleo Agrario dinamizada desde la Consejería de Agricultura, Ganadería, Medio Rural, Territorio y Población, y la propia Dirección General de Formación Profesional y Empleo; y la colaboración de todos los agricultores y empresas agrarias por contratar en proximidad.

Por otro lado, La Rioja cerró abril con una afiliación media de 125.221 personas a la Seguridad Social. La variación con respecto a marzo es de un descenso de 3.015 personas (el 2,35 por ciento menos), en la línea de la dinámica nacional, mientras que con respecto a abril del año pasado es de 3.580 personas menos, el 2,78 por ciento.

Proteger los empleos

En su balance, Cristina Rodríguez ha recalcado que el reajuste de la economía en los próximos meses probablemente seguirá repercutiendo en el mercado laboral y su avance. En ese sentido, ha explicado que “lo fundamental ahora es proteger los empleos ante la parada en seco de la economía, ayudando a las empresas y a las personas afectadas”.

En ese sentido, desde la Dirección General de Formación Profesional y Empleo se está trabajando en diferentes acciones para la reconstrucción, basadas en tres líneas: la estimulación de la contratación, para diferentes colectivos, empresas y personas especialmente afectadas tras la COVID-19; la Orientación de las personas, donde ahora más si cabe será necesaria la reorientación profesional; y la Formación para el Empleo para la recualificación, que será especialmente necesaria en este ajuste del mercado que viviremos en los próximos meses.